Todas lo somos.

Todas somos princesas.

No, las de las películas dulces y a la vez tontas.

Somos fuertes, persistentes, luchamos por lo que queremos.

Lloramos, derramamos lágrimas pero por algo que creemos que nos va a hacer bien.

¿Pero que podemos hacer? Sí a ese algo lo amamos con nuestra vida entera.

Nosotras también nos manchamos el vestido, también nos hacemos heridas.

Pero aguantamos, aguantamos para que el dolor solo lo sepamos nosotras.

Nos encerramos en nuestra habitación con el maquillaje destrozado y nos abrazamos a algo que nos recuerde a él, lo único que tenemos.

Y delante suyo fingimos felicidad...Es el poder que tenemos.

Simplemente somos princesas luchadoras, porque en nuestro mundo no hay vivieron felices y comieron perdices.


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